UN TIPO SERIO
Joel y Ethan Coen
Años 60 en un barrio suburbial de Minnesota: el profesor universitario de física Larry Gopnik (Michael Stuhlbarg) vive con su familia sin más pretensión que la de vivir de forma ética de acuerdo con la moral del judaísmo. En un lento proceso, que nunca es trágico pero sin duda es devastador, Larry es testigo de la descomposición total de su vida: desde el fin de su matrimonio hasta una serie de amenazas que le acusan de aceptar sobornos, pasando por la indiferencia total de sus hijos. En este punto, nuestro desafortunado protagonista, incapaz de comprender cómo una vida seria puede haber resultado en la pérdida de toda seguridad, busca consuelo religioso. Que los tres rabinos a los que visita sean capaces de dárselo es, cuanto menos, dudoso.
Una de las películas más personales y únicas de los Hermanos Coen, Un tipo serio ejemplifica perfectamente su estilo de comedia incómoda, compuesta de momentos de sufrimiento ridículo, parábolas absurdas, cierta compasión por su protagonista y, finalmente, una sensación de no saber muy bien qué está pasando ni por qué.
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