UN PERRO Y UN GATO
PAULA CARBONELL
Un perro y un gato se conocieron. El gato dijo: ¡Miau! El perro dijo:
¡Guau! Pero no se entendieron. Dos animales se encuentran, juegan, se
enfadan, se separan, se echan de menos
y vuelven a jugar. En la edad
infantil es muy común vivir conflictos entre amigos y frustraciones
derivadas de las relaciones. Al igual que sucede con el perro y el gato,
las emociones van acompañadas de reacciones y expresiones del cuerpo:
alteraciones en la circulación, cambios respiratorios, cambios de humor.
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