GATO NEGRO: EL FELINO DE LA BUENA SUERTE
SILVIA GONZÁLEZ GUIRADO
Un maullido para animarnos a ser valientes y buscar nuestro propio destino.
Gato negro estaba convencido de que daba mala suerte, o eso le decían todos. Las personas que se le cruzaba por su camino, salían despavoridos gritando:
¡Ah AH AH! ¡mala suerte, mala suerte!
Un día Gato Negro decidió emprender un viaje en busca de la Dama de Mala Suerte para que cambiara su destino. En el camino se encuentra con un salero miedoso, una escalera vieja y un espejo roto que también habían vivido las desdichas de ser tachados como portadores de malos augurios.
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