1ª PARTE
¿Puede una
novela gráfica o un cómic convertirse en una herramienta válida para el
conocimiento de la historia? ¿Podría ser un utensilio valioso el noveno arte para la
recuperación de la memoria histórica? Difíciles preguntas. Pues eso es lo que
vamos a intentar dilucidar con este artículo que podréis leer en varios
capítulos las próximas semanas.
Para
intentar dar respuestas a estas preguntas generales, nuestra propuesta concreta
es el análisis de la novela gráfica de Paco Roca “Los surcos de azar”. Fue publicada
por Astiberi allá por un lejano 2013. Cuenta con 328 páginas y está
encuadernada en cartoné o tapa dura. Una novela cuya calidad ha sido
galardonada con numerosos premios 6 años después incluso de ser publicada: Premio Zona Cómic al mejor cómic nacional de
2013, Gran Premio Romics (Roma, 2014), Premio a la mejor obra de autor español
en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona 2014, Premio de la Crítica
2014 a la mejor obra y al mejor guionista nacional, Finalista al premio Libro
del Año 2014 concedido por el Gremio de Libreros de Madrid y finalmente el
Premio Mandarache de Jóvenes Lectores 2019 concedido por el Ayuntamiento de
Cartagena. Y por supuesto, la podéis
encontrar en vuestra Biblioteca Pública de Valdepeñas.
El valor de
esta novela gráfica como instrumento para aprender historia y para la
recuperación de la memoria histórica, radica en su maravilloso estudio del
exilio español tras la guerra civil y el papel que desempeñaron los
republicanos españoles en las fuerzas aliadas para la liberación de Francia y
la lucha contra los nazis en la segunda guerra mundial. Es un cómic duro, en el que nadie "se va de rositas", incluidos los aliados, que nos muestra el infierno de la guerra, del exilio, pero por eso es sin duda imprescindible.
Como resumen
somero de esta excepcional novela y sin hacer ningún spoiler, os diremos que muestra
a sus lectores las aventuras y desventuras de un anarquista republicano español
(Miguel Ruiz) que, tras el fin inminente de la contienda civil a favor de las
tropas nacionales, no tiene más remedio que abandonar España en el último barco
que zarpó del puerto de Alicante, el Stanbrook (el 28 de marzo de 1939), en
dirección a la colonia francesa de Orán. La historia se pone en funcionamiento
cuando un alter ego de Paco Roca en la ficción viaja a un pueblo de Francia en
busca de uno de los últimos supervivientes españoles de la famosa 9ª compañía
de la 2ª división blindada o División Leclerc que liberó París del yugo nazi el
24 de agosto de 1944, con la misión de entrevistarle para escribir una
historia. A partir de ahí, el argumento nos lleva directamente a las preguntas
de Paco Roca y a la memoria del protagonista Miguel Ruiz, rememorando el paso
de Miguel por los campos de trabajo del norte de África, la liberación de los
campos con la llegada de los aliados al norte de África, las batallas finales
de la campaña de África en Túnez, la
integración de los republicanos españoles en la división Leclerc, su envío a
Inglaterra en 1944, su desembarco en Normandía y las batallas en las que
participaron durante la liberación de Francia como la de Ecouché. Finalmente,
la obra concluye con la liberación de París y los planes de invasión de la
España franquista por los combatientes republicanos exiliados (Valle de Arán).
Todo este
argumento basado en las memorias de Miguel Ruiz es hilvanado con otras
historias personales y cotidianas que tejen y ayudan a la construcción de la
historia principal. Historia principal y realidad construida a través de la
documentación histórica que nos es transmitida a través de los recuerdos
plasmados en una entrevista ficticia de un personaje ficticio (Miguel Ruiz)
pero que por el buen hacer narrativo y de documentación de Paco Roca, nos
revela magistralmente la historia de “la nueve” y de parte de los exiliados
españoles tras la guerra civil. Según nos dice Borja Usieto en su reseña sobre
esta obra en cuanto al discurso narrativo de Roca: Las escenas históricas (reales) se anteceden de escenas en tiempo
presente (ficticias). Esta inversión de la lógica narrativa parece proclamar a
la ficción como herramienta básica, casi necesaria para el estudio de la
historia, es necesario partir de la ficción, del relato inventado para
confrontar el pasado, un sistema que permite el alejamiento necesario, la
obligada perspectiva para afrontar los hechos pasados y sus consecuencias.1
Por otra
parte, más allá de la temática, veamos algo de sus aspectos técnicos. Y ¿qué vamos a decir de esta novela gráfica?…pues que es
sencillamente sobresaliente. Roca como siempre combina de una manera genial imagen y texto, pero es que además es capaz de hermanar la realidad reconstruida y la ficción, el pasado y el presente, marcando el hilo conductor
de la historia de este cómic. El artista valenciano nos da una lección de cómo
utilizar el dibujo para desarrollar el sentido narrativo de la historia. Pasado
y realidad histórica reconstruida los identifica con el color, con lo visual,
con las viñetas cerradas y acabadas, con las líneas claras y el detalle. Hay que deciros que es obligatorio fijaros en el uso del color, es clave. El estado emocional del protagonista se nos revela claramente por el color que es utilizado en cada viñeta. Los recuerdos tristes se tiñen de gris, de colores fríos que ponen los pelos de punta: el puerto de Alicante, el viaje en el Stanbrook, la derrota y el exilio. Por otro lado, las escenas de la Francia liberada, de la victoria, de la libertad en definitiva, son muy coloridas. Presente y
ficción son plasmados mediante el blanco y negro con viñetas de aspecto abocetado, esbozo de una realidad que no es tal y poco
detallismo. Siendo como es el noveno arte sobre todo imagen, algo visual, acompañado de un texto que nos concreta la información, Paco Roca lo sabe explotar al cien por cien para contarnos su
historia.
Después de
analizar muy someramente el argumento y algunos aspectos técnicos, lógicamente tenemos que
entrar de lleno en la materia que nos ha llevado a “desnudar” esta excepcional
novela gráfica. Como hemos dicho al principio, ¿es útil para aprender historia de una manera entretenida?. y ¿para la recuperación de la memoria histórica? ¿sería capaz de servir incluso como fuente histórica? A continuación, vamos a ver si realmente consigue esos objetivos. ¿Qué
necesitamos pues para que un cómic nos sirva como fuente histórica?, en
palabras de Óscar Gual Boronat profesor de Historia Contemporánea de la
Universidad de Valencia: El cómic que
elijamos no nos va a aportar datos objetivos, ni tampoco una descripción
fehaciente de hechos históricos, sino más bien una serie de matices que
enriquecerán enormemente nuestro estudio. ¿Quiero esto decir que debemos
entenderla como una fuente complementaria? Todas las fuentes históricas lo son,
toda la información lograda se puede contrastar o completar con otras obtenidas
a través de diversas huellas; no podemos basar una investigación histórica en
un sólo testimonio, en un sólo documento.2
En este
sentido, en primer lugar, lógicamente hay que analizar qué tipo de
documentación ha utilizado Paco Roca para realizar su obra. Para este trabajo
contó con el inestimable asesoramiento científico del hispanista estadounidense
Robert S. Coale. Coale (Baltimore, 1961) es doctor en
Estudios Hispánicos por la Université de Paris IV - La Sorbonne. En 2014 leyó
su «Habilitation à Diriger des Recherches» en la Université de Paris III - La
Sorbonne Nouvelle, lo que le llevó a optar en 2015 a un puesto de Professeur
des Universités en Rouen (Normandía) donde ejerce actualmente. Sus principales
temas de investigación son las Brigadas internacionales y el exilio republicano
español en Francia.3 Esta documentación fue puesta en común con la que
anteriormente Roca pudo obtener de la obra de Evelyn Mesquida “La nueve, los españoles que liberaron París”
(Ediciones B, 2016). De hecho, parece ser que Paco Roca empezó a
interesarse por el tema en la presentación de dicha obra en París, en el
Instituto Cervantes en octubre de 2009, al conocer a Mesquida y a algunos
supervivientes de la nueve.
En este
sentido, la obra de la periodista española Evelyn Mesquida está basada
fundamentalmente en fuentes orales, en entrevistas a supervivientes y
descendientes sobre todo españoles de la 9ª compañía de la 2ª división blindada
o División Leclerc. Aunque también encuesta a miembros igualmente franceses de
la citada división. Un aporte importante fueron sus entrevistas a Colette
Flandrin hija del Capitán Dronne (jefe de la 9ª compañía), así como a
determinados miembros de la resistencia francesa e historiadores e
historiadoras como Genevieve Dreyfus-armand, Christine Levisse-Touze, Antonina
Rodrigo o Eduardo Pons Prades. Sin olvidarnos de las propias memorias del
Capitán Raymond Dronne. Por cierto, y a modo de inciso, este año Evelyn
Mesquida ha publicado “Y ahora, volved a vuestras casas”, también
en Ediciones B. Otra obra excepcionalmente documentada que vuelve a
devolvernos la trágica y olvidada historia de los españoles que combatieron al
enemigo nazi. En este caso, la autora nos ilustra sobre la heroica y trágica
historia de muchos de aquellos jóvenes republicanos españoles que, tras ser
derrotados en la Guerra Civil, combatieron a los nazis en la
Resistencia francesa.
Después de
esta breve información sobre esta novedad editorial, estas entrevistas de
Mesquida que mencionábamos anteriormente, son por tanto tomas de un testimonio
directo y subjetivo, el cual refleja una parte de la realidad vinculada
directamente a la memoria del sujeto entrevistado. Al ser este tipo de fuentes
parciales en cuanto a lo que abarcan de realidad, es necesario por tanto
complementar con otras fuentes, que es lo que realiza Evelyn Mesquida. Ésta,
sin ser historiadora, no pretende realizar una obra de carácter científico sino
de recuerdo y reconocimiento, igual que Roca. Para ello la autora se nutre
fundamentalmente de historiadores franceses y algunos españoles que analizaron
el tema de los republicanos españoles en el exilio y en la segunda guerra
mundial como Pons Prades o Secundino Serrano.
Contando con
estos mimbres de investigación y documentación Paco Roca decidió realizar su
obra de ficción teniendo como telón de fondo la historia del exilio español en
el norte de áfrica y la participación de los republicanos españoles en la II
guerra mundial. Pues hasta aquí llegamos hoy. La próxima semana os traeremos otra entrega de nuestro análisis de la obra de Paco Roca.
Fin de la primera entrega. Continuará…
1
Usieto, Borja, reseña de “Los surcos del azar” de Paco Roca, Cuco, Cuadernos de
cómic número 2. Abril de 2014, CuCoCrítica, p. 229, disponible en http://www.cuadernosdecomic.com/docs/revista2/Los_surcos_del_azar_cuco2.pdf.
2
Gual Boronat, Óscar, “El cómic como fuente histórica: el falso testimonio de
Tintín en el Congo Belga”, IMAB — Institut Municipal d'Arxius i Biblioteques de
Gandia, Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, Historia Contemporánea, t. 23, 2011,
págs. 156, disponible en http://revistas.uned.es/index.php/ETFV/article/view/1578/1460
3
Coale S. Robert, “35 años en 153 páginas: un diario de guerra y exilio”,
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