jueves, 11 de febrero de 2021

LA BIBLIOTECA RECOMIENDA

SUITE FRANCESA

IRÈNE NÉMIROVSKY

El descubrimiento de un manuscrito perdido de Irène Némirovsky causó una auténtica conmoción en el mundo editorial francés y europeo. Novela excepcional escrita en condiciones excepcionales, Suite francesa retrata con maestría una época fundamental de la Europa del siglo XX. En otoño de 2004 le fue concedido el premio Renaudot, otorgado por primera vez a un autor fallecido.

Imbuida de un claro componente autobiográfico, Suite francesa se inicia en París los días previos a la invasión alemana, en un clima de incertidumbre e incredulidad. Enseguida, tras las primeras bombas, miles de familias se lanzan a las carreteras en coche, en bicicleta o a pie. Némirovsky dibuja con precisión las escenas, unas conmovedoras y otras grotescas, que se suceden en el camino: ricos burgueses angustiados, amantes abandonadas, ancianos olvidados en el viaje, los bombardeos sobre la población indefensa, las artimañas para conseguir agua, comida y gasolina. A medida que los alemanes van tomando posesión del país, se vislumbra un desmoronamiento del orden social imperante y el nacimiento de una nueva época.La presencia de los invasores despertará odios, pero también historias de amor clandestinas y públicas muestras de colaboracionismo. 

Concebida como una composición en cinco partes (de las cuales la autora sólo alcanzó a escribir dos) Suite francesa combina un retrato intimista de la burguesía ilustrada con una visión implacable de la sociedad francesa durante la ocupación. Con lucidez, pero también con un desasosiego notablemente exento de sentimentalismo, Némirovsky muestra el fiel reflejo de una sociedad que ha perdido su rumbo. El tono realista y distante de Némirovsky le permite componer una radiografía fiel del país que la ha abandonado a su suerte y la ha arrojado en manos de sus verdugos. Estamos pues ante un testimonio profundo y conmovedor de la condición humana, escrito sin la facilidad de la distancia ni la perspectiva del tiempo, por alguien que no llegó a conocer siquiera el final del cataclismo que le tocó vivir. (Información tomada de la contraportada, editorial Salamandra)

"Suite francesa" es sin duda su obra maestra, su escrito cumbre, redondo,  dentro de una carrera literaria corta pero muy prolija. De este modo, la escritora francesa de origen ucraniano nos legó: "El malentendido", "Un niño prodigio", "L'Ennemie",  "El baile", "El caso Kurílov", "El peón en el tablero", "El vino de la soledad",  "Jezabel", "La presa",  "Deux", "El maestro de almas",  "Los perros y los lobos", "Los bienes de este mundo", "Los fuegos de otoño ", "Suite francesa" y "El ardor en la sangre"; las cuatro últimas son obras póstumas.

Venimos hablando de carrera literaria corta pero productiva, de obras póstumas, es decir son pinceladas, pequeñas pistas que nos delatan que su vida y su carrera se vieron truncadas de manera dramática a una edad demasiado temprana. Y lamentablemente así sucedió. Nació en Ucrania en 1903, en el seno de una familia burguesa cómodamente posicionada. Su posición social, lógicamente, condicionó su futuro con el estallido de la Revolución soviética ya que su familia se vio obligada a emigrar a Francia. En el país galo vivió la posguerra, los felices años veinte, su graduación en Letras por la prestigiosa universidad de La Sorbona, así como el despertar de su vocación por la literatura. Fue un talento precoz, con 16 años ya escribía fluidamente y con 23 redactó su primera novela.

Toda la relevancia y reconocimiento que había alcanzado en su querida Francia y de parte de la sociedad franca, se truncó cuando en 1938 le fue denegada la tan ansiada nacionalidad francesa en un claro acto racista de antisemitismo.  De hecho, este fue el primer episodio luctuoso de todos los que le sucedieron durante el siguiente lustro y que acabaron por relatarnos un libro con el peor final posible. Los trágicos acontecimientos que marcaron sus últimos años de vida fueron la ocupación nazi de Francia, el desprecio y la segregación debido a las leyes antisemitas promulgadas en octubre de 1940 por el gobierno de Vichy, su arresto y traslado al campo de concentración de Pithiviers y finalmente su deportación a Auschwitz en 1942, donde encontró la muerte por tifus a los 39 años de edad. No obstante, la causa de su muerte no está lo suficientemente clara: Aparentemente murió de tifus un mes después, pero Rubinstein no lo cree. "Después de la guerra, cuando la gente pedía un certificado de fallecimiento, decían que todos los prisioneros habían muerto de tifus, cuando, evidentemente, habían sido gaseados, porque está claro que los prisioneros que no podían trabajar eran eliminados de inmediato. Desde luego no hay testigos. En definitiva, una vida corta, intensa e injustamente arrebatada por el odio y el sinsentido del holocausto.
 
Os dejamos con dos enlaces, uno del diario El País y otro del ABC que nos hablan más profundamente sobre la literatura de nuestra protagonista de hoy y arrojan luz sobre su última novela, la que hoy nos compete, "Suite francesa".

La biblioteca pública de Valdepeñas conmemora esta semana el 118 aniversario del  nacimiento de Irène Némirovsky, con la recomendación de su obra más conocida, inconclusa y póstuma que esperamos que sea de vuestro agrado.


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